26 de octubre de 2011


Hay muchas cosas que temer en este mundo, pero nuestros miedos no tienen nada que ver con horribles máscaras, con arañas de plástico o con monstruos artificiales. No, son nuestros pensamientos los que más nos aterran. ¿Y si se arrepiente de su decisión?, ¿y si de verdad es infeliz?, ¿y si la posibilidad de un amor ha pasado para siempre?. ¿Qué cómo podemos superar esos pensamientos tan terribles?. Recordando siempre que aquello que no nos mata, nos hace más fuertes.
Si se arrepiente de su decisión, algo positivo siempre va a tener la decisión que haya tomado, por más pequeño que sea. Si de verdad es infeliz, no hay mal que dure cien años, ya vendrán tiempos mejores, mientras tanto, al mal tiempo, buena cara! Si la posibilidad de un amor ha pasado para siempre, de seguro que alguien le lastimó, y cuando estamos mal por algo, ese problema parece una catástrofe, pero cuando las aguas se calman, llega el inevitable momento de reflexión en el que nos damos cuenta de que no todo está perdido, que siempre queda un rastro de esperanza.. sobretodo si de amoríos se trata. Todo esto al final, es lo que le da valor al tiempo vivido.. vamos a no nombrarlo como experiencia, ya que es el nombre que le ponemos a nuestros errores.. pongámosle como nombre.. sabiduría, lo más valioso, acumulativo, y provechoso del vivir.




Contigo aprendí, a ver la luz del otro lado de la luna. Contigo aprendí, que tu presencia no la cambio por ninguna.