22 de mayo de 2011

Hay una cosa que quiero decirte. Soy extremadamente complicada, nada de lo que hagas me hará ser feliz completamente. A veces te pondré pegas, y otras muchas veces habrá un pero de por medio. En ocasiones soy excesivamente caprichosa, si algún día llegaras pronto a buscarme, te diré que no me dejas tiempo para arreglarme, y si llegas tarde me pasaré el resto del tiempo replicándote por qué me tuviste más de una hora esperando. Si hace sol, me quejaré todo el rato, y si hace frío estaré continuamente protestando porque se me pone la nariz roja y se me achinan los ojos demasiado. Siempre te voy a pedir más. Y cuanto más me des, más estaré esperando de ti. Buscaré motivos para sacarte de tus casillas porque me encanta ver tu cara de enfado, y habrá momentos en los que no me soportes. Te querré tanto las 24 horas del día, los 60 minutos de cada hora y los 60 segundo de cada minuto que acabarás harto de mi. Ni las agujas del reloj se atreverán a rechistar. Habrá días que no me soportes, que odies mi mal humor y que aborrezcas mis celos, incluso habrá momentos que me odies. Pero recuerda que la rubita de uñas rojas que te exigirá tanto y que nunca estará conforme, te dará besos en cada esquina de la ciudad, y en cada farola, y en cada portal. Te dará mil abrazos de esos que da ella, esos que intenta apretar muy muy fuerte y solo consigue hacerte reír, siempre que lo necesites. Te regalará una sonrisa cada segundo del día y te hará más feliz de lo que nadie te hizo nunca. Se quedará más de una noche despierta sólo para verte dormir. Te llegará tan adentro que ni tú podrás olvidarla. Te escribirá notitas de papel con frases bonitas que le gusta escribir por las mañanas, y te despertarás oliendo a su piel. Te pedirá perdón por las veces que no se soporta ni ella, y odiará sus celos incontrolables que te hacen enfadar. Te dará besos por la tripa y te hará cosquillas hasta que no puedas respirar. Te volverá loco, sabrá como hacer que te enamores de sus defectos, de sus manías tontas y de sus detalles bonitos. No podrá dejar de mirar tus ojos color coca-cola cada mañana y disfrutará cuando te enfades hasta que la llenes de besos sin querer. y aquí empieza lo bonito de la historia.