22 de mayo de 2011

Te levantas y te miras en el espejo. Una nueva arruga podes vislumbrar a pesar de seguir inconcientemente dormida. Preferis no hacerte mala sangre desde tan temprano y lo dejas pasar. Y así empieza tu día, con una nueva marca. Vas camiando o viajando en el colectivo, y entre el murmullo de los pasajeros tu mente tiene ganas de hablarte, y la dejas, total es mejor que nada. Ella te cuenta pequeñas cositas, anécdotas, recuerdos de hace no se cuánto tiempo, y te recuerda lo que te sorprendió esa mañana, y ahí te queres matar. No podes creer que los años se te vienen encima y no podés hacer nada. O quizás si. Ella te pregunta como lo podes remediar, todavía estas a tiempo. Y vos pensas que estuviste haciendo todo este tiempo de tu vida, en que la malgastaste, cuanto perdiste y que logros obtuviste. Nada. No se te viene nada a la cabeza. Uno a cero. Va ganando tu conciencia en un juego de palabras que sólo ella sabe como sacar probecho. Y sabes que al final te termina convenciendo. Y decidis mejorar, ser mejor persona, hacer todo eso que no hiciste, reparar todo aquello que lo hiciste mal. Vas a pedir perdón, vas a decir más seguido gracias y de nada. Te vas a animar a hacer cosas locas, a apostar, a arriesgarte por lo que te creías incapaz. Por decir una vez las cosas en forma sincera, por abrir tu corazón y decir un no rotundo a lo que nunca valio la pena. Y después de todo, te acordas que no tenes tiempo. Que todo se puede acabar hoy, como el día cuando cae el sol. Pero nunca es tarde si aunque sea lo pensas. Sólo intentar vivir y sonreír el día de mañana te puede traer algo de esperanzas. Que mejor que ser recordado por todos, o aunque sea por quienes importa realmente, esas personas que supieron reconocer las cosas buenas y te quisieron más cuando supieron de las malas. Que mejor que llevarte un lindo recuerdo a la cama de ese día tan corriente como uno más, y al final decir que fué un buen día. Quizas el hoy sea hoy, no mañana, sólo hoy. Y si todavía estas calculando todo lo que tenes que hacer para cumplir un sueño ¿Qué esperas?

Tendras tu oportunidad, prepártate
Si tienes un sueño, persíguelo
El tiempo no espera, decídete
Si no encuentras el modo, invéntalo
Si sientes miedo, atrévete
Podras lograrlo, demuéstralo...