13 de marzo de 2011






A veces un grito no es un sonido sacado de quicio; ni es levantar la voz con descompostura y vanidad.
A veces un grito es abrir el cajón, sacar una verdad hecha pedazos y ponerla encima de la mesa.
A veces el odio no es tratar mal, a veces suele ser el ignorar.
A veces no hay mejores respuestas, a veces la mejor respuesta es mantenerse en silencio, sólo a veces.