11 de marzo de 2011



Y es que son cosas de la vida,
capítulos de mi historia,
aquel cuento de hadas se
convirtió en más pena que gloria,
en escoria derramada,
llantos sobre una almohada,
porque desgracia me aclama y
me acompaña hasta la cama.
Porque la suerte jamas me acompaña,
no me extraña que no crea ni
una pizca en la esperanza.