17 de febrero de 2011


El amor no puede planificarse. Puedes pasarte la vida entera buscándolo y cuando menos te lo esperas, encuentras a alguien. A mí, por ejemplo, ¿me habías visto alguna vez? pero ¿quién dice que mañana tú y yo no estaremos perdidamente enamorados? porque cuando sientes algo, cuando hay química, ¿quién sabe en qué acabará la cosa? Una persona como yo, una extraña, podría ser para ti una cañita al aire, o tu alma gemela. Aunque también podría ser una ladrona, que espera el momento oportuno para partirte la boca y robarte mientras el bar está vacío. Pero eso es lo que tiene la vida, que nunca se sabe lo que va a pasar...