26 de febrero de 2011

No era más que una mujer extraviada, atormentada por amores clandestinos y un delirio que la arrojaba a los caminos de la autodestrucción. No hacía más que mirarse al espejo y arreglarse un mechón de su ondulado pelo negro. No hablaba palabra, pero bastaba con su mirada, sus ojos decían todo lo que su boca ocultaba.