30 de agosto de 2011

Debes dejar de pensar tanto, dejar de preocuparte, aprovechar el momento ahora, que si dejas pasar oportunidades te arrepentirás profundamente el resto de tu vida, verás como tu vida pasa sin hacer nada, sin agarrarte a ella, sin sentirla. Déjate llevar por la vida. Levántate emocionado sin saber las sorpresas que te deparará la vida esta vez.
Actúa según lo que tú desees, sin pensar en lo que los demás puedan llegar a decir, porque, verdaderamente, ¿acaso importa lo que piensen? Hazlo, por el simple hecho de que lo deseas, por el simple hecho de que quieres ser feliz. Por quitarte un peso de encima y sentirte un poco más libre.
Llena tu vida de pequeños momentos de locura.
La duda te está matando… ¿verdad? Pero, surgen los siguientes pensamientos:
-Si no lo digo me arrepentiré toda mi vida.
-Si lo digo quizás empeore todo, quizás lo pierda.
-Si lo digo, no habrá vuelta atrás.
-Si lo digo… no sé lo que pasará después si lo digo.
Miedo a arriesgarse.
Pero, imagina, imagina por ejemplo ese chico con el que todas las noches sueñas, no te fíes de sus actos, no te fíes de sus palabras, fíate de su mirada.
No pretendas que sea adivino, nadie lo es, dile como te sientes, deja a tu corazón derrochar amor en cada palabra, déjale encender una chispa en esa hoguera llamada esperanza.